Ya pasó la nochebuena!

La navidad ya pasó, ahora viene el fin de año y a todo el mundo le da por hacer balances, resúmenes y demás enumeraciones del tipo lo mejor y lo peor de estos 365 días que formaron el 2006 o que mejor dicho todavía están formando. A mi no. De momento estoy muy ocupado para hacer eso porque lo que me preocupa ahora es la proximidad inminente de la llegada de los Reyes, pero no es que me inquiete en sí el arribo de los magos de oriente y el consiguiente acarreo de agua y pasto que esto conlleva, sino que lo que me quita el sueño son los regalos.
Y no vayan a pensar que soy interesado, porque no es algo que me quite el sueño, pero siempre gusta que se acuerden de uno y como este año la verdad es que me porté bastante mal, me conformo con poco. Me alcanza y me sobra con que no me traigan los discos de Jaf y menos me inviten a un recital suyo, ni en ninguno que participe Giardino. Tampoco quiero entradas para ningún espectáculo veraniego de Luis Aguilé o de Jorge Corona. Otra de las cosas que tampoco me hace especial ilusión es cualquier libro (afanosamente inspirado) del amigo Jorgito Bucal y por las dudas aviso (ojo) de Coelho tampoco -y si algun lector lo conoce que le avise que cansó- que ya me bastan y me sobran.
Como verán soy hombre de pocas pretensiones, me conformo con el clásico calzoncillo y el no menos clásico par de medias. Bueno amigos, a la espera de su anticartita de reyes magos, me despido por este año y les deseo a todo el que pase a saludar por este humilde espacio que el 2007 los encuentre mamados y en pelotas. Y por las dudas que se le cruce a algún desalmado por la cabeza, aviso, ni se les ocurra dejarme en los zapatos un pino colbert y el dvd de los midachi!!!.

Más vale post conocido....

...señoras y señores...próximamente.. podrá disfrutar... a los mejores precios del país...de este nuevo y humilde espacio entitulado El cabaret de Sandro...
La inauguración está en proceso de preparación y está calculada para pincipios de año próximo y cuenta con el inestimable apoyo moral y cívico de Penélope, el usuario anónimo que saluda a su vieja, el sr M, sin olvidarnos de la vieja que no devuelve la pelota que disparó la idea y a r.-corre ambulancias que llevó el arbolito. Espero que les guste que se sientan cómodos, que chupen whisky y por favor no me degomiten la moqueta.
...enero 2007...atendido por sus dueños...El cabaret de Sandro...

Sandro y los de fuego
Dpto de prensa y relaciones públicas

Se me prendió la lamparita

La Nochebuena está a la vuelta de la esquina. Papanueles, arbolitos, luces en casas y calles, vidrieras decoradas, venta pirotécnica y publicidades de perfumes al por mayor así lo demuestran. El termómetro de mi melancolía se pone colorado y me recuerda, como cada año en estas fechas, que no me gusta la navidad.
Son muchos los motivos por los que estas fechas no me atraen demasiado y con el paso del tiempo cada vez menos, la verdad: multitudinarias cenas de empresa, excesos de comida y alcohol, interminables tardes de comprando regalos para sobrinos y demás parentescos cercanos, y un sin fin de etcéteras. Y si a esto le sumamos que Papá Noel no se acuerda casi de mí (o por el contrario considera que no me porto muy bien), y todas las navidades me traen calzoncillos y medias (como mucho una remera), convengamos que me sobran las razones para ser reticente a esta festividad. Tiene su lado bueno como las reuniones de amigos y con los deseables de la familia, pero esto me gusta hacerlo todo el año, por eso trato (o tratamos mejor dicho) de que esto no sea una exclusividad navideña.
algunas de las cosas antees enumeradas llegado el caso trato de soportarlas lo mejor que puedo, pero hay algo de la Navidad que me supera: son las luces de colores. Invento gringo importado de películas del sábado a la tarde y que algún inteligente se le ocurrió trasladar a las calles de mi barrio con tanta mala suerte que una de las tiras de lamparitas, repartidas con pésimo gusto, empieza en el balcón de mi vecina y llega hasta la vereda de enfrente con una suave diagonal lo que hace que inevitablemente iluminen mi sofá cuando se encienden tipo diez de la noche. Imagínense amigos, me siento tranquilo, solo y a oscuras con mi Mirinda de naranja, mis pies descansando en la mesa ratona y dispuesto a disfrutar de mi dvd pirata de ”Jonhy Tolengo , el majestuoso”, cuando se encienden las luces y me joden el ambiente.